CLIMATIZACIÓN
Actualmente hablar de climatización en los espacios públicos o privados no es hablar de un lujo, es hablar de una necesidad. No nos podemos centrar solo en la temperatura: hay que tener en cuenta cuál es la humedad adecuada para tener una sensación de confort en espacios cerrados.
Una humedad alta es sinónimo de infestaciones de ácaros, sin olvidar que los niveles altos de humedad también aumentan la probabilidad de que sustancias químicas peligrosas como el formaldehído se filtren y se transmitan al aire del interior de los edificios.
Estos efectos negativos en edificios o viviendas se erradican por completo al bajar la humedad relativa de los mismos por debajo del 50 %.
Estos porcentajes de humedad se alcanzan con un cálculo preciso de las necesidades del espacio climatizado y con el equipo adecuado instalado correctamente.
Las instalaciones de climatización también deben garantizar una calidad de aire dependiendo de la actividad desarrollada en cada local. Por ello es necesaria la aportación y tratamiento de aire exterior, para garantizar el bienestar de los ocupantes