Los intercambiadores de calor, los grandes actores secundarios de la refrigeración industrial.
El mundo de la refrigeración tiene como objetivo principal la transferencia de energía, especialmente la transferencia de calor. La eficiencia de esta transferencia es de una importancia vital para las instalaciones frigoríficas, ya que afecta a nuestro consumo energético y puede proporcionarnos una ventaja competitiva frente a la competencia.
La selección adecuada de los equipos encargados de la transferencia de calor, como evaporadores, aeroenfriadores, condensadores y intercambiadores, es esencial para la eficiencia energética global de la planta. Aunque estos equipos no siempre son considerados el «núcleo» de las instalaciones, es vital dimensionarlos correctamente.
El factor clave a la hora de seleccionar y dimensionar un intercambiador de calor es el salto térmico, conocido como ΔT (Delta T). Sin este gradiente térmico, no existe transferencia de energía entre los dos fluidos del sistema. La magnitud del ΔT afectará a la superficie necesaria para el canje, el caudal de aire requerido y, por tanto, el coste y el consumo energético de los equipos a lo largo de su vida útil.
La transferencia de calor se produce gracias a la superficie de canje y al caudal de aire de los equipos. Es esencial prestar mucha atención a este último factor en la comparación de equipos, ya que afecta directamente al consumo eléctrico. Cuanto más caudal de aire necesite un equipo para la transferencia térmica deseada, mayor será su consumo energético y menor será su coste inicial. En este sentido, a menudo es más económico instalar ventiladores con mayor caudal que incrementar la superficie de trueque (superficie de contacto) pero esto repercutirá en un mayor coste de operación del equipo.
En el caso de equipos que funcionen con un fluido secundario, se tendrá en cuenta la pérdida de carga del refrigerante o del fluido caloportador en el circuito. Este factor afecta a la presión necesaria para el movimiento del fluido y, por tanto, el consumo energético de las bombas que lo hacen circular.
Invertir en equipos de calidad proporciona una vida útil más larga y menor coste operativo a lo largo del tiempo.
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